Las incógnita de las 10 horas y «la nada»: la empresaria que atropelló y mató a un turista brasileño en Recoleta amplió su indagatoria

Compartir

Por estas horas el cuerpo de Fernando Pereira de Amorin Junior (60) está siendo trasladado a Brasil para que su familia pueda despedirlo. Nueve días después del siniestro vial que le quitó la vida, la Justicia autorizó la repatriación. Mientras tanto, su pareja, Cleusa Adriana Nunes Pombo (50), permanece internada en el Hospital Fernández con coma farmacológico y conectada a un respirador.

La pareja de brasileños había viajado a Buenos Aires de vacaciones para pasar el Año Nuevo y el primer día del 2025 fueron víctimas de un choque en Libertador y Alvear, en Recoleta.

Al volante estaba Patricia Scheuer, responsable de reconocidos bares y restaurantes de la Ciudad. Pasó la noche detenida y el 2 de enero fue excarcelada después de declarar ante el juez Martín Peluso y la fiscal Paula Asaro. Ahora, aconsejada por su abogado defensor, Alfredo Huber, amplió su indagatoria y respondió preguntas.

Hay dos líneas de investigación que serán clave para determinar si Scheuer fue víctima de un accidente o responsable de un homicidio culposo.

La empresaria reafirmó su primera versión: que sufrió un apagón y que no recuerda qué pasó durante los segundos previos al impacto.

Fuentes con acceso al expediente confirmaron a Clarín que Scheuer declaró que estaba al volante de su Nissan Kicks, mirar el Museo Nacional de Bellas Artes y «después la nada».

Esta «nada» que habría durado unos 250 metros terminó con la vida del turista brasileño y las graves heridas de su pareja.

Scheuer, una de las dueñas del Gran bar Danzón, con su socio Luis Morandi. Foto: Ariel Grinberg

La mujer insistió con una pérdida de consciencia similar para agosto de 2024 cuando, de acuerdo a información que presentó en la ampliación de la indagatoria, se realizó estudios médicos para encontrar una explicación. Algo que no ocurrió y que, siempre de acuerdo a su versión de los hechos, no le impedía manejar.

Presentó agendas, calendarios y estudios que deberán ser contrastados por la justicia.

«Vamos a poner todo en duda. Creemos que es una versión fantástica, un apagón de consciencia muy oportuno, de 10 segundos», cuestionó el abogado Agustín Biancardi que junto a Facundo Orazi fueron contactados por el hijo de Fernando Pereira de Amorin Junior como representante de la querella.

Biancardi y Orazi pedirán información sobre los toxicológicos y ya dispusieron peritos de parte para contrastar las que realice la Justicia. Para ellos, de momento, está claro que se trató de un homicidio culposo aunque no descartan que pueda agravarse hacia un homicidio con dolo eventual.

Es que Scheuer no tenía indicios de alcohol en sangre ni de ningún tipo de droga en el cuerpo, aunque reconoció tomar ansiolíticos y antidepresivos por indicación médica por trastornos de ansiedad y depresión.

De acuerdo a su declaración, la mujer reconoció no haber ido a una consulta médica después de este presunto episodio de pérdida de consciencia. Será clave para la investigación las pericias del Cuerpo Médico Forense que permitirán determinar si hubo o no un motivo de salud que pudiera haberle provocado esta «nada» a la que hace referencia le empresaria.

En este escenario, un informe concreto que justifique la eventualidad del «apagón» parece ser la única posibilidad de que logre un sobreseimiento, algo que al momento no parece cerca.

¿Qué pasó con el celular?

Fuentes con acceso a la declaración confiaron a Clarín que Scheuer se mostró «mejor» que en su primera declaración pero angustiada por lo que pasó. Habría manifestado que este hecho «le arruinó la vida» no solo a ella, sino también a su familia y a sus empleados. Además de mostrar un gran dolor por el fallecimiento de la víctima y el estado de salud de la mujer herida.

Una de las preguntas clave en esta ampliación de indagatoria giró alrededor del teléfono celular. La empresaria usaba un Iphone 14 y aseguró que el día del hecho no estaba usando el GPS y que su teléfono estaba dentro de la cartera.

Patricia Scheuer les dijo a los investigadores que el hecho le arruinó la vida.

Además aseguró que este era un camino que hacía «todos los días de su vida» para regresar a su casa y que conocía perfectamente el recorrido.

Pero lo cierto es que, después de atropellar a la pareja de brasileños, la mujer bajó con la cartera al hombro, supuestamente con el teléfono en su interior. Pero la Policía de la Ciudad que intervino en el episodio no lo secuestró.

Tanto el teléfono como la cartera quedaron en manos de su hijo que lo llevó a la comisaría en la que Scheuer estaba detenida 10 horas después del siniestro vial.

«Es inexplicable porque primero dice que llegó a ver el museo y ahí siguió de largo. En los videos se observa que, inmediatamente después de atropellar a las víctimas, se baja con la carterita colgada en el hombro, como si nada. Entiendo que el juzgado va a investigar y ordenar pericias porque estos son los dichos absolutos de la imputada, no hay ninguna prueba de que esto haya sido así. Van a tener que probarlo esto», aseguró Biacardi.

Por estas diez horas de demora que, advierten, habría estado el teléfono en poder de la familia Scheuer, la querella solicitó una ampliación de la pericia del celular.

«Recién a las 21.48 hs, su hijo se apersonó en sede policial y entregó tanto el teléfono como el patrón de desbloqueo por él conocido. Por este motivo, esta querella entiende que la actividad pericial no debe centrarse únicamente en la utilización previa del aparato celular en distintas aplicaciones», solicitaron.

Por esta cadena de custodia interrumpida, pidieron que las pericias establezcan: «La última fecha de restablecimiento de fábrica/reseteo del aparato celular. La última fecha de reinstalación del teléfono. Se detalle toda la actividad entre las 10.43 y las 21.48 del 1 de enero de 2025, incluyendo si se instalaron o desinstalaron aplicaciones. Que se informe si puede asegurar inequívocamente con rigor forense que no se haya borrado información entre el momento del hecho y su posterior secuestro».

¿Por qué es importante esta información? Porque descreen de la posibilidad de esta «nada» o «apagón» y quieren descartar que la mujer haya estado usando el teléfono celular mientras conducía y que por eso pudo haber perdido el control del auto. Además, como no tenía el teléfono con ella, su familia -de acuerdo a la opinión de la querella- podría haber alterado el contenido para encubrir este accionar negligente.

Respecto de su licencia de conducir, desde la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano de la Ciudad, informaron a Clarín: «La Dirección General de Habilitación a Conductores de la Ciudad confirma que Scheuer Patricia se encontraba con licencia vigente. Tras los hechos de público conocimiento, su licencia fue inhabilitada».

Además, explicaron que el sistema, de acuerdo a una reglamentación vigente, consulta a quien realiza el trámite si padece enfermedades neurológicas o tratamiento psiquiátrico. Y esa información reviste carácter de declaración jurada.

Scheuer no reconoció en esa instancia que tomaba psicofármacos y la renovación se realizó en 2023. Recién en 2024 tuvo este antecedente de blackout por el que se hizo consultas médicas. Además, el examen toxicológico dio negativo no solo en alcohol sino también para esta medicación, con lo cual -al menos de momento- está descartado que se haya tratado de una consecuencia de su consumo.

PS

Noticias Relacionadas