Javier Milei contabiliza una nueva baja entre sus funcionarios. Eduardo Serenellini, que se desempeñaba hasta este martes como secretario de Prensa de la Presidencia, informó que renunció a su cargo. El funcionario había mantenido desde el inicio de la gestión una tensa relación con Karina Milei.
«Por razones personales he presentado mi renuncia al cargo de secretario de Prensa de la Nación al presidente Javier Milei», confirmó el propio Serenelli en su cuenta de X, y agradeció la «confianza» del Presidente, así como dijo que conserva su amistad.
Acorralado por Karina Milei, el comunicador compartió esta mañana un desayuno en Olivos con Milei. Y allí le informó su decisión de dar un paso al costado. A las 15:09 posteó su renuncia en redes sociales, donde rápidamente cambió la descripción en su perfil: «Periodista – Medios de comunicación».
Serenellini, de 58 años, trabajaba como conductor en la señal LN+ y también estuvo en 2023 al frente de un programa en radio Continental. Allí cosechó una relación cercana con el Presidente, a quien solía entrevistar en la radio en las horas posteriores a las elecciones, en su programa de primera mañana.
Por razones personales he presentado mi renuncia al cargo de Secretario de Prensa de la Nación al presidente Javier Milei.
Agradezco su confianza y conservo una gran amistad .— Eduardo Serenellini (@edserenellini) January 28, 2025
Fue así que el 29 de diciembre de 2023 desembarcó en el Gobierno en reemplazo de Belén Stettler, quien dejó su puesto tres semanas después de asumir.
Sin embargo, haber tenido la amistad de Milei no implicó que tuviese la confianza de su hermana, la secretaria General de la Presidencia y mano derecha del libertario, quien le había pedido que desocupara su despacho. Incluso, lo quería sacar de la Rosada.
«El Jefe» le hizo sentir a Serenellini su rechazo desde el minuto cero de la gestión. A la guerra fría que le había decretado la hermana presidencial se le sumó también la mala relación con el vocero Manuel Adorni.
De este modo, el ahora ex secretario había quedado aislado en sus funciones, siendo apenas anfitrión de reuniones protocolares con cámaras empresarias y asociaciones varias. En varios despachos de Casa Rosada se le cuestionaba que hacía reuniones para un supuesto lucimiento personal.
Tal como había publicado Clarín días atrás, la oficina que dirigía Serenellini no tenía previsto un presupuesto propio para 2025, sino que sería solventada por la Secretaría General a través de un programa específico.
En el último tiempo, trascendió que desde algunas oficinas de la Rosada habrían conspirado en su contra para que cancelara a último momento un evento programado para el 12 de diciembre en el ex CCK, denominado «Comunicación directa de la gestión del gobierno nacional», en el que anticipaba la presencia del propio Presidente y por el que llegó a cursar decenas de invitaciones.
Tampoco fue invitado a la cena de Fin de Año en Olivos, la misma que fue retratada por una selfie del propio Adorni que lo mostraba junto a Milei y al resto del gabinete.