Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, ha adoptado un enfoque político que busca posicionarlo como un eje de unidad en un contexto de creciente polarización en Argentina. En un discurso reciente durante la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura Bonaerense, Kicillof hizo guiños a sectores de la oposición, destacando su intención de trabajar con todo el arco político para enfrentar los desafíos actuales.
Este movimiento, interpretado como un intento de construir un bloque anti Milei, marca un cambio estratégico en su perfil político y en su relación con otros actores del escenario nacional. En su intervención, Axel Kicillof acusó al presidente Javier Milei de atacar a las provincias y de promover políticas que, según él, atentan contra el federalismo y la democracia.
El gobernador calificó estas acciones como «erupciones de autoritarismo» y subrayó que no se trata de un ataque personal, sino de una amenaza al sistema democrático y a la Constitución. «Con la democracia y el federalismo no se juega», afirmó, dejando en claro su postura frente a las políticas del gobierno nacional.
Kicillof también agradeció el apoyo de dirigentes y fuerzas políticas que no pertenecen a su espacio, destacando la importancia de la unidad en defensa de la democracia. Este gesto fue interpretado como un guiño a sectores de la oposición, especialmente al radicalismo y al PRO, que han mostrado posturas críticas hacia el gobierno de Milei.
Desde el inicio de su segundo mandato, Kicillof ha mostrado una faceta más aperturista, buscando establecer vínculos con dirigentes de diferentes fuerzas políticas. Ejemplos de esta estrategia incluyen reuniones con gobernadores como Maximiliano Pullaro (UCR, Santa Fe) e Ignacio Torres (PRO, Chubut), con quienes firmó convenios de colaboración en áreas como seguridad y salud.
Estas acciones reflejan un intento de ampliar su base de apoyo y de consolidarse como un líder capaz de forjar consensos en un contexto político fragmentado. Este cambio de enfoque también ha generado tensiones dentro del peronismo, especialmente con sectores más cercanos al kirchnerismo.
Discurso
Durante su discurso, Axel Kicillof hizo una sola mención a Cristina Fernández de Kirchner, lo que fue interpretado como un distanciamiento estratégico. Además, la ausencia de figuras clave de La Cámpora en el acto reforzó la percepción de que el gobernador busca construir un espacio político propio, más allá de las estructuras tradicionales del peronismo.
La estrategia de Kicillof de posicionarse como un eje de unidad tiene como objetivo principal enfrentar el avance de Javier Milei y su espacio político, La Libertad Avanza. En su discurso, el gobernador criticó duramente las políticas del presidente, acusándolo de promover la desintegración y de generar caos con medidas como la amenaza de intervenir la provincia de Buenos Aires. «No somos empleados del Presidente», afirmó, en un mensaje dirigido tanto a Milei como a otros gobernadores.
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