Cada vez más empresas contratan psicólogos para sostener el bienestar emocional de sus empleados

Compartir

En los últimos años, la ansiedad, la depresión y el estrés de los trabajadores se han convertido en una amenaza a la productividad y a la estabilidad de las organizaciones. El malestar emocional de los empleados suele ser multifacético: puede estar vinculado a situaciones personales, lo que incluye consumo de sustancias, o a las condiciones de trabajo y al mal clima laboral.

“A mayor infelicidad, más rotación, más costos y más empresas sin alma”, resume el último Informe Mundial de la Felicidad en el Trabajo. Según este estudio, realizado por Happyforce junto a la Fundación Mundial de la Felicidad y la Universidad de Málaga, cuando los trabajadores están desmotivados o “quemados” buscan mejores lugares para trabajar.

La encuesta realizada para este trabajo (2.500 personas, el 45% latinoamericanos) revela que el 72% de los empleados infelices piensa en cambiar de empleo frente al 15% de los felices. Pero, además, agrega un dato crucial: el 98% de los empleados cree que el trabajo debería contribuir a su felicidad, pero sólo el 47% lo experimenta.

La crisis de salud mental es un fenómeno mundial que, lógicamente, se siente en Córdoba. Aquí, el tema está en agenda de las compañías y cada vez más empresas contrata equipos de psicólogos con la intención de propiciar entornos más sanos, equilibrados y humanos. Advierten que las condiciones de trabajo influyen en el bienestar. El psicólogo Marcos Bartolacci, del Área de Salud Emocional de la regional mediterránea de YPF explica que la ciencia y la práctica del bienestar abarca el abordaje de emociones. “Tenemos un área de salud emocional en el que apuntamos al asesoramiento y a la contención en el caso de necesidad de orientaciones psicológicas”, detalla en relación a YPF.

Fuerte denuncia del párroco de Alberdi Horacio Saravia: “el barrio está copado por el narconegocio”

Lo que se busca es el bienestar y la salud emocional a través de la prevención y difusión de espacios saludables y de la promoción del autocuidado. “Es importante contar con un espacio de salud mental en las organizaciones, en las compañías y empresas porque mejora la productividad, reduce el ausentismo y la fuga de talento y fortalece la cultura corporativa”, agrega.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que los entornos de trabajo seguros y saludables actúan como un factor protector para la salud mental. En este sentido, la psicología organizacional ha demostrado que el bienestar emocional está directamente relacionado con la motivación y la satisfacción laboral. Por ende, es una necesidad estratégica para la supervivencia empresarial, ya que el costo del malestar es altísimo. Además, las empresas con un ambiente saludable mejoran su reputación, retienen talento, fomentan las buenas relaciones y la comunicación.

“Hay un clima muy malo y cada vez tengo menos ganas de ir a trabajar, y eso que me encanta lo que hago. No sólo nos pagan poco, sino que no valoran los recursos humanos que tienen. En los últimos años, muchos han buscado otros empleos y los han dejado ir”, comenta Patricio Martínez (nombre de ficción), empleado en un medio de comunicación.

El psicólogo Diego Mansilla Galdeano, especialista en psicología del trabajo y las organizaciones, director del área de Personas de Evoltis y docente de la Facultad de Psicología en la UNC, subraya que donde no hay políticas organizacionales claras ni consistentes de cuidado hacia las personas, los riesgos psicosociales se disparan y ocasionan climas tóxicos, sobrecarga de trabajo, falta de reconocimiento, desmotivación y aislamiento.

En cambio, aquellas empresas que miran el bienestar como una estrategia de negocio y no como un tópico de moda, se anticipan. “En Evoltis nos esforzamos y trabajamos para que el bienestar no sea sólo un eslogan (…) Contamos con equipos dedicados a promover una cultura del cuidado, porque creemos que poner a las personas en el centro es una decisión humana, de negocio y nuestra responsabilidad con la comunidad”, asegura.

Espacios saludables

La OMS define a la salud mental como “un estado completo de bienestar físico, mental y social”. Esto no sólo implica la ausencia de enfermedades sino un completo estado de bienestar subjetivo: calidad de vida, satisfacción laboral y bienestar emocional, psicológico y social.

Bartolacci dice que con este enfoque, el eje se corre desde lo individual y lo asistencial hacia lo social y colectivo. “Es una mirada que apunta hacia la prevención y a la creación de espacios saludables. Ahí es donde las empresas deben poner el foco; las que no tengan la salud mental y emocional como parte de su proyecto no tendrán resultados positivos sostenibles”, subraya.

Mansilla Galdeano coincide en que el bienestar laboral es un compromiso colectivo y ético, que va más allá de la legislación laboral y las políticas de recursos humanos. Es, remarca, una tarea de todo el ecosistema.

Bartolacci apunta que la pandemia nos enseñó que sin salud emocional y mental no hay posibilidades de producción y que si no se invierte en prevención el costo a pagar es grande. Señala, por el contrario, que la inversión en salud mental multiplica de cuatro a seis veces la inversión realizada.

Un pilar estratégico

Mansilla Galdeano sostiene que el bienestar laboral ya no se piensa como una aspiración utópica o algo prohibitivo de organizaciones con grandes presupuestos, sino como un pilar estratégico real que impacta directamente en la salud de las personas y en la sostenibilidad de cualquier organización.

“Este tema es especialmente relevante en el contexto argentino y, en particular, en Córdoba donde nos encontramos con realidades muy distintas”, dice Mansilla. Se refiere a que algunas organizaciones cuentan con áreas de Recursos Humanos (o Capital Humano) con un abordaje profesional desde la salud ocupacional, psicología laboral y psicosociología del trabajo, mientras que otras todavía gestionan estos temas de manera clásica, transaccional, con foco en lo administrativo, cumpliendo solamente con el compromiso contractual. “Estas diferencias se evidencian en el clima laboral, el involucramiento, el desarrollo individual, en cómo se solucionan los conflictos o como transitan los cambios”, sostiene.

A 100 años de la visita de Albert Einstein a Córdoba

El estilo de liderazgo, la gestión y la cultura organizacional y la disponibilidad de recursos y apoyo para los empleados son algunos de los factores que afectan el bienestar emocional. “No alcanza con buena voluntad de hacer, sino de hacerlo con compromiso, de manera integral y, sobre todo, con coherencia entre el decir y el hacer”, opina Mansilla.

Consumo de sustancias en lo personal y laboral

Paula Takaya, coordinadora del Programa de Prevención Laboral en la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, plantea que las empresas también se enfrentan a la problemática de los consumos de sustancias de sus empleados, lo que repercute en la esfera personal y laboral.

Takaya refiere que uno de los últimos estudios realizados por Sedronar (2017) sobre los consumos en el ámbito laboral en Argentina, indican que el 72% de personas ocupadas entre 16 y 65 años (casi 8,5 millones de trabajadores) consumió alcohol o drogas durante el último año. “Esto resalta la importancia de implementar políticas laborales que promuevan ambientes de trabajo saludables y apoyen la prevención y el tratamiento”, sostiene.

En relación a las percepciones del consumo en compañeros de trabajo, el 23% de los encuestados conoce o conoció alguien con problemas de consumo excesivo de alcohol u otras drogas y el 83% considera que este tipo de consumo en el trabajo es un problema importante ya que incrementa los accidentes laborales, conflictos interpersonales y disminuye el rendimiento.

“Las empresas tienen un papel crucial en la atención de estos problemas, no sólo desde el punto de vista de la salud individual de sus empleados, sino también de su impacto en el ambiente laboral”, dice Takaya.

Agrega que las organizaciones públicas y privadas son responsables de adoptar modelos preventivos que promuevan la salud mental de sus trabajadores. Esto, sostiene, “significará un beneficio a largo plazo”.

La Secretaría de Prevención impulsa el “modelo de rol sano” que promueve una cultura organizacional preventiva al identificar personas que a través de su comportamiento y actitudes saludables, funcionan como modelos a seguir. “Un ámbito laboral saludable es una responsabilidad de quienes lo integran, tanto trabajadores como empresarios, mandos altos y medios, delegados sindicales y gremios”, enumera.

La Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba cuenta con un centro asistencial en Córdoba Capital, 67 centros preventivos y 61 centros asistenciales en el interior de la provincia desde donde se hace prevención y asistencia relacionadas al consumo de drogas.

Programa de Prevención Laboral

A nivel estatal, el Programa de Prevención Laboral de la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones del Ministerio de Salud de Córdoba propone acciones para incrementar la calidad de vida en el trabajo, sostener o mejorar la presencialidad, la productividad y el desempeño.

Para información sobre este programa o para pedir asesoramiento y acompañamiento por problemas asociados al consumo en el ámbito laboral, escribir a [email protected]. Guías de recomendaciones y el protocolo de actuación para la prevención de adicciones en el mundo del trabajo: https://www.secretariadeadicciones.com/prevencion-laboral

Noticias Relacionadas