No fue una tarde fácil para el equipo de Pep Guardiola, pero el Manchester City sacó chapa de campeón y remontó un partido que arrancó torcido. En un duelo correspondiente a la fecha 32 de la Premier League, los Citizens empezaron 0-2 abajo, pero lograron darle vuelta y quedarse con una victoria clave para seguir peleando por puestos de Champions League.
El arranque fue para el olvido: desconectado, sin ritmo y completamente desorientado, el City vivió una media hora de caos absoluto. Pero cuando apareció Kevin De Bruyne, el equipo se transformó. El belga fue el motor de la reacción y terminó siendo la figura del partido, con una actuación que cambió murmullos por ovaciones.
El Crystal Palace pegó rápido y por duplicado. A los 8 minutos, tras un pase profundo de Daniel Muñoz, Ismaila Sarr se metió al área y asistió a Eberechi Eze, que definió con clase para el 1-0. Y antes de que el City pudiera reaccionar, otro baldazo de agua fría: a los 20’, de un córner ejecutado por Adam Wharton, el central Chris Richards se anticipó solo en el área chica y puso el 2-0 con un cabezazo letal. Inatajable, pese a una tremenda tapada previa de Dean Henderson.
A partir de ahí, el local reaccionó. De la mano de su conductor, empezó a manejar los hilos, a generar juego y arrinconó al Palace. Con goles, actitud y fútbol, el Manchester City dio vuelta el marcador y terminó llevándose los tres puntos con justicia. Fue una remontada con carácter, de esas que se graban en la retina de los hinchas.
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