Detrás del conflicto salarial de los trabajadores del Hospital Garrahan aparecen un conjunto de sindicatos de perfil combativo. Gremios que desde comienzos de 2024 salieron a confrontar con el gobierno nacional. La Confederación General del Trabajo (CGT) no es ajena a la escena: la mira de cerca y analiza acompañar los reclamos.
Los gremios que representan a los empleados de la entidad pediátrica son dos. Uno es la Junta Interna de ATE, cuyo referente es Alejandro Lipcovich, y el otro que pisa fuerte es la Asociación de Técnicos y Profesionales, que tiene como cara visible a Norma Lezana. Mostraron vocación de diálogo en el arranque de la era Milei pero en la medida que se profundizaron los conflictos impulsaron una serie de medidas de fuerza que buscaron contrarrestar el ajuste salarial y las magras condiciones de trabajo en el hospital.
Esta semana advirtieron que las promesas de recomposición de haberes para los residentes que lanzó la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, no son suficientes para frenar las huelgas. Ante las consultas de PERFIL, un dirigente sindical adelantó que solo habrá marcha atrás con los paros si hay una oferta salarial superior a la inflación de los últimos meses para toda la planta de personal.
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Por otro lado, se dedicaron a mostrar números que desmienten las afirmaciones de la funcionaria que fue la voz que eligió la gestión Javier Milei para hablar de la problemática. Por ejemplo, que los administrativos no son 900 sino 400. “Es imposible que un hospital solo funcione con médicos: hay operarios, administrativos, trabajadores sociales, nutricionistas. Muchos engranajes. Se quejó de que haya operarios: ¿Quiere que no haya una ropería para lavar las sábanas?”, expresó Lipcovich ante este medio.
“El martes habrá una asamblea general y si de acá al martes la conciliación que se planteó no establece una fecha clara de negociación con los representantes, las medidas de fuerza van a volver”, advirtió el dirigente. APyT apuntó que ya renunciaron 200 profesionales en lo que va del año ante el atraso de remuneraciones en momentos en los que el hospital se encarga de atender más de 600 mil consultas por año. La Asociación de Trabajadores de Sanidad de la Argentina (ATSA) del triunviro cegetista Héctor Daer, que nuclea a los empleados de centros de salud privados, está pendiente de lo que pasa en la entidad sanitaria de Parque Patricios y apoya la lucha. Sin embargo, como dicen desde los sindicatos del Garrahan ante este medio, quieren que la central obrera con sede en la calle Azopardo se involucre a fondo en el conflicto. A propósito, ayer hubo una señal: desde el entorno de un peso pesado de la central indicaron que el lunes habrá una reunión del consejo directivo del principal colectivo sindical del país. De ese cónclave, puede surgir una definición: que se apoye la megamovilización del miércoles próximo que propone congregar a los trabajadores de la salud, científicos, jubilados y el feminismo. Es decir, habría un nuevo gesto de la CGT contra el Gobierno.