Romina, de chica, supo que la psicología sería su camino. A los 13 años, mientras entrenaba patín artístico, se dio cuenta de que había psicólogos especializados en el deporte y decidió que ese iba a ser su camino. «A mí, en ese momento, me voló la cabeza; dije: ‘yo quiero hacer eso’. Así fue”, dice a ADNSUR al repasar su historia.
Ella quería entender lo que pasaba en la mente humana y, una vez que terminó la secundaria, decidió estudiar en la Universidad Nacional del Comahue. Fue un camino de ida donde exploró diversas áreas, desde la salud mental comunitaria hasta la psicología política, donde investigó cómo las personas toman decisiones políticas, influenciadas por valores, emociones y características de personalidad. Sin embargo, el lugar que la conquistó fue la psicología perinatal.
“La mente clara mejora todas tus cualidades”: el kinesiólogo que enseña a meditar desde hace 21 años
“Cuando quedé embarazada, me encontré con la psicóloga perinatal y dije: ‘mirá’”, relata Romina. “Fue un mundo nuevo y, como a toda madre primeriza, me surgieron muchas preguntas que no tenían respuestas, mucho miedo, mucha ansiedad”, confiesa.
Romina Sánchez es psicóloga y cuando fue mamá decidió dedicarse al área perinatal. Foto: Fredi Carrera.
Esa experiencia personal se convirtió en la piedra angular de su especialización, la experiencia que le sirvió para compartir con otros esos miedos tan grandes que deben ser trabajados.
«Algo le digo a mis pacientes desde el primer momento es que las decisiones parecen de vida o muerte. Le pones el gorrito o no le pones el gorrito, le pones las medias o no le pones las medias, vas a la guardia ahora o en diez minutos, le das o no le das el antitérmico. Parece que todas las decisiones tienen un peso, como si definieran la historia de esa criatura, pero no es así». La sensación de «haber traumado» al hijo con una decisión equivocada es una carga común que ella misma experimentó. Fue entonces cuando supo con certeza: «Después de tener a mi hija, esto es lo que yo quiero hacer».
Hipertensión: el enemigo silencioso que podés frenar a tiempo
El embarazo genera miedos tanto en mujeres, como hombres. Sin embargo, las madres atraviesan otro tipo de procesos durante la gestación. Foto: Canvas.
Un área de contención
La psicología perinatal, como explica Romina, es un campo amplio que «busca comprender, acompañar, tratar y atender a las personas en la etapa previa al embarazo, durante el embarazo», abarcando desde tratamientos de reproducción asistida, interrupciones del embarazo, decisiones de no maternidad, hasta el acompañamiento de mujeres con diagnósticos prenatales y la salud mental en el nacimiento y los primeros dos años de crianza. Es un espacio para abordar «miedos, inseguridades y ansiedad, que son propias de la etapa», así como para tratar trastornos de salud mental preexistentes o que surgen durante el embarazo o el puerperio.
El “divorcio” empresarial entre Cristóbal López y Fabián De Sousa: cómo se repartirán las empresas y el impacto en Comodoro y la Patagonia
“Todo lo que ocurre en las familias”, dice la psicologa. “A veces son acompañamientos del orden de la guía, la orientación, un espacio para que las mamás o los papás tengan para abordar lo que les dé miedos, inseguridades, ansiedad, que son propias de la etapa y otras veces son personas que ya tenían un diagnóstico previo de salud mental o que aparece una situación, un trastorno de salud mental durante el embarazo o durante el puerperio, y ahí se trabaja más en términos de tratamiento, de control de los síntomas. En algunas ocaciones también es necesario hacer un acompañamiento también con psiquiatra y trabajamos en conjunto. Pero es la psicología en la etapa previa y posterior al embarazo, además de los casos que se realizan tratamiento y los duelos”.
Se supo qué reveló la autopsia de las tres mujeres muertas en la Patagonia
UNA ÁREA QUE CRECE
La profesionalización de la psicología perinatal, aunque para Romina fue un descubrimiento reciente, tiene un recorrido largo en Argentina, con pioneras como Alicia Oiberman investigando desde los años noventa. En su caso, como buena millennial, descubrió la especialidad a través de las redes sociales, buscando información que le ayude a atravesar su propio embarazo.
“Yo soy una persona muy curiosa y quería saber. Entonces, en Instagram me encontré con pediatras, con asesoras de BLW, la alimentación complementaria, nutricionistas, obstétricas, personas que promueven el parto respetado, ginecólogos, obstetras y, entre tanto de lo que encontré, encontré psicólogas perinatales. Para mí fue algo nuevo y me gustó.”
Dos amantes del trekking y un veterinario, los voluntarios que fueron clave para rescatar a la perra en el Chenque
Romina asegura que el desarrollo de este tipo de especialidades viene acompañado del auge de las conversaciones sobre la salud mental en general. En ese sentido, destaca que en la actualidad, debido a las obligaciones laborales y al cambio en la estructura familiar por las diferentes responsabilidades, hay una falta de redes de apoyo y las madres, en algunos casos, enfrentan su embarazo en soledad, lo que representa un desafío difícil y diferente en estos contextos de hiperproductividad.
«Cuidar a un bebé es difícil, es re difícil. Algo que yo les suelo decir es: ‘estás haciendo tres trabajos, porque el bebé necesita la atención plena, una persona disponible, atenta y sensible a sus necesidades 24/7. ¿Y cómo hace una persona para hacer eso y otras cosas? Muchas veces las mujeres están solas, intentan cuidar a los bebés, intentan tomarse un mate, comer, dormir. Y después, las cosas de la casa, ni hablar si tienen otros hijos o tienen un trabajo al que tienen que volver, porque las licencias por paternidad son muy cortas y no hay redes de apoyo. A los padres les dan dos días; típicamente, no llegaron a acomodarse en la casa después del alta, y tienen que volver a trabajar.»
Pese a la falta de acuerdo formal, Bohe afirmó que habrá colectivos en Comodoro el 1 de junio
“Y en ciudades como Comodoro, por ejemplo, es aún más difícil, porque hay mucha gente que no es de acá; entonces, no tienen redes familiares. Es la pareja, los hijos y el resto de la familia está en Mendoza, Jujuy, Salta, San Juan, Santiago del Estero, Córdoba, donde sea. Y todas esas cosas contribuyen a que haya mayores padecimientos”.
Las redes de apoyo son fundamentales durante el embarazo, pero no todas las mujeres cuentan con esa posibilidad.
MAYORES CONSULTAS
En este marco, a la consulta llegan diferentes situaciones, pero en general la ansiedad y la depresión suelen ser los principales factores que se presentan. “En general, hay mucha ansiedad durante el embarazo; estamos viendo mayores trastornos de ansiedad y cuadros de depresión durante el puerperio y después del nacimiento del bebé. Esos son los casos más frecuentes que ocurren. Suele haber personas que han tenido problemas de salud mental anteriormente y que experimentan un episodio depresivo mayor, ataques de pánico y episodios de ansiedad muy intensa, pero es algo a nivel global».
Vaca Muerta: Rolando Figueroa impulsa un «corredor productivo»
«Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco mujeres va a sufrir un problema de salud mental durante el embarazo o el puerperio. Son números altísimos.”
“En el caso de diagnóstico de infertilidad, no es lo mismo hacer un tratamiento de reproducción asistida para una pareja que hace cinco años está intentando quedar embarazada de manera espontánea y no lo logra, que hacer un tratamiento para una persona sola o una pareja homosexual que va a tener hijos por medio de un tratamiento. Entonces, el estrés es muy intenso y la experiencia de la búsqueda es distinta. Y la verdad es que, con el acompañamiento, es posible transitar los tratamientos con más calma, porque mucho de lo que trabajamos tiene que ver con que el tratamiento no sea el centro de la vida.”
Murió a los 15 años y en su diario reveló que había sido abusada: comienza el juicio contra su agresor
“Y con los duelos va a ser distinto, porque los duelos son una reacción normal ante la pérdida. Es horrible. Nadie quiere atravesar el duelo por la muerte de su hijo. Entonces trabajamos más desde el acompañamiento, como estar atentos a que el duelo tenga su curso, que puedan construir recuerdos si no los construyeron, que puedan empezar de a poco, cuando estén listas, a rearmar su vida, a reincorporarse en algún momento en el trabajo.”
Para la profesional, falta mayor presencia del Estado en ese sentido, en virtud de que no hay profesionales formados en esta especialidad y tampoco una política pública que acompañe y contenga a la familia en estos casos.
“Esto crea un caldo de cultivo para el padecimiento de salud mental en la etapa perinatal en particular, pero en otras etapas también”, considera. “Y también hay mucha presión de las redes sociales sobre lo que las cosas deberían ser. Yo le decía a una paciente: ‘Stephanie Demner tiene la casa divina’. Bueno, ‘yo no soy Stephanie, nosotras no somos Stephanie Demner’. Pero ese consumo también a veces nos guía sobre qué es bueno, así la está pasando el resto y nada que ver conmigo. Y eso también genera malestar, porque el contenido aspiracional es la presión de no ser suficiente, de que no estoy haciendo todo lo que debería.”
Tras su reciente separación, Fernanda Iglesias reveló quién es el hombre que le gustaría conocer: «no me rechaces»
Las redes sociales no siempre ayudan al momento de buscar tranquilidad. «El contenido aspiracional es la presión de no ser suficiente, de que no estoy haciendo todo lo que debería”, dice la profesional.
MÁS CONCIENCIA Y ACOMPAÑAMIENTO
Lo positivo, asegura Romina, es que cada vez más obstetras y ginecólogos derivan pacientes a la consulta en terapia, y la diferencia se nota. “La verdad es que, con el acompañamiento, es posible transitar los tratamientos con más calma”.
A pesar de los desafíos, la profesional está esperanzada de que la especialidad va a seguir creciendo, brindando así mayor contención a las familias. Ese es su objetivo. “Hay que lograr que más familias y mujeres en general disfruten de su maternidad a pesar de estar atravesando tratamientos de fertilidad o duelos. Hace poquito me escribió una consultante que yo empecé a atender porque estaba atravesando un neuroestacional hace dos años, y me mandó un mensaje contándome que está embarazada y yo lloraba. Venía para acá por el consultorio, cruzando la calle, cuando vi el mensaje y me emocioné, porque la gente le abre la puerta a lo más íntimo. La verdad, me siento honrada de poder acompañar en este momento tan profundamente transformador que viven. Además de las situaciones particulares, también es un momento transformador y ser testigo es increíble”, dice, conmovida por acompañar el embarazo, el dolor y la ansiedad, previo a la vida, el momento más sublime de nuestra existencia.