Alejandro Domínguez continuará como presidente de la Conmebol hasta 2031 tras ser reelegido por unanimidad en el 81° Congreso Ordinario que se llevó a cabo en Luque, Paraguay. El dirigente paraguayo, único candidato en esta elección, recibió el respaldo total de las diez asociaciones miembro, lo que confirma su continuidad al frente del fútbol sudamericano por un nuevo ciclo, que irá desde 2026 hasta 2030, con una nueva elección prevista para 2031.
Domínguez asumió el cargo en 2016 en medio del escándalo del FIFA Gate, que arrasó con las anteriores dirigencias de la región. Desde entonces, ha logrado estabilizar la Confederación Sudamericana y renovar su imagen. Durante el Congreso, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, envió un mensaje de felicitación y destacó los avances institucionales y deportivos que ha tenido Sudamérica bajo esta gestión.
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La jornada comenzó con la presentación del video institucional de FIFA y continuó con la votación formal, en la que Claudio «Chiqui» Tapia fue el primero en emitir su voto. El resto de los presidentes de las asociaciones (de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) se sumaron, y el conteo finalizó con diez votos afirmativos, sellando la nueva etapa de Domínguez.
Durante su discurso, Tapia elogió a Domínguez por su liderazgo en “momentos de refundación y escasa credibilidad” y resaltó su capacidad para recuperar la institucionalidad y devolverle al fútbol sudamericano un lugar de relevancia internacional. “Hay que tener muchos valores y agallas para tomar decisiones difíciles, y él lo hizo”, expresó el dirigente argentino.
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Domínguez, por su parte, se mostró emocionado y agradecido. Recordó sus inicios como dirigente en Olimpia, evocó a su padre Osvaldo Domínguez y se comprometió a continuar con una gestión enfocada en el crecimiento deportivo, económico y estructural de las competencias sudamericanas. “Creamos un círculo virtuoso. Tuvimos mejores partidos, mejores estadios, más público y volvimos a invertir en el fútbol”, afirmó.
También planteó que los desafíos del futuro estarán enfocados en adaptarse a las nuevas exigencias del mercado, mejorar las categorías juveniles y trabajar para alcanzar el primer título mundial del fútbol femenino sudamericano. “Ese es el único gran objetivo pendiente. Pero con trabajo, estoy seguro de que lo vamos a lograr”, cerró.
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