El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó este jueves que la inflación de mayo fue de 1,5%, marcando así el nivel más bajo en cinco años. Con esta cifra, el Gobierno de Javier Milei sigue demostrando el éxito de su política de disciplina fiscal y saneamiento monetario, luego de años de aumentos sostenidos del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El dato de mayo una fuerte desaceleración mensual, en un proceso que comenzó tras la asunción del presidente Milei en diciembre de 2023, cuando la inflación mensual alcanzó un pico del 25,5% por culpa del último gobierno kirchnerista de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que dejó al país al borde de la hiperinflación.
En términos interanuales, la variación cayó al 43,5%, lo que representa una fuerte desaceleración respecto a los niveles de casi el 300% que se registraban en los primeros meses del gobierno libertario.
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Desde entonces, el equipo económico encabezado por Luis «Toto» Caputo logró imponer un fuerte anclaje fiscal y monetario que se refleja en la tendencia bajista de los aumentos de precios.
Analistas privados ya anticipaban una inflación cerca o por debajo del 2%, pero el número oficial ratifica que la Argentina está ingresando en una nueva etapa, con precios estables, tipo de cambio controlado y expectativas de una fuerte recuperación económica.
Inflación por rubros
Además, rubros sensibles como alimentos y bebidas, salud, transporte y educación mostraron variaciones por debajo del promedio, beneficiando directamente a los sectores más vulnerables.
En el desglose por rubros, la división Comunicación encabezó los aumentos de mayo con una suba del 4,1%, impulsada principalmente por ajustes en los servicios de telefonía e internet. Le siguió Restaurantes y hoteles, con un incremento del 3%, explicado por el alza estacional en los precios del turismo y la gastronomía.
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En contraste, uno de los rubros más sensibles para el bolsillo, Alimentos y bebidas no alcohólicas, registró un modesto aumento de tan solo el 0,5%, muy por debajo del promedio general, lo que representa un alivio significativo para las familias, especialmente en los sectores de menores ingresos. Esto podría anticipar una nueva caída en el índice de pobreza e indigencia.
Otro dato clave que refleja la mejora en el poder adquisitivo es el comportamiento de las canastas básicas. En mayo, la Canasta Básica Total (CBT), que mide el umbral de pobreza, aumentó apenas un 0,1%, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define la línea de indigencia, registró una deflación del 0,4%, marcando un notable caída en productos esenciales.
Esta dinámica implica que una familia tipo necesitó prácticamente el mismo ingreso que el mes anterior para no ser considerada pobre, y aún menos para cubrir sus necesidades alimentarias mínimas. El dato es un logro contundente del Gobierno de Milei.