Un adolescente de 16 años fue asesinado de una puñalada en la ciudad santafesina de Capitán Bermúdez y por el hecho fue detenido un menor de apenas 13 años. La víctima fue identificada como Mateo Arévalo, quien falleció pasada la medianoche en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.
El ataque ocurrió alrededor de las 22 del viernes 11 de julio en la intersección de avenida San Lorenzo y Florida. Un llamado al 911 alertó sobre la presencia de un joven herido en la zona, y cuando los efectivos de la Policía de Acción Táctica llegaron al lugar, encontraron a un adolescente gravemente herido con un arma blanca en el abdomen. De acuerdo a los voceros, estaba consciente, pero en estado crítico. Fue asistido de inmediato por personal médico y trasladado de urgencia al hospital, donde murió pocas horas después.
Una versión recogida por los investigadores indica que el ataque habría sido “sin mediar palabra”, lo que refuerza la hipótesis de una agresión directa y sorpresiva. En la escena del crimen, además, quedó una zapatilla blanca que pertenecería al agresor.
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Con base en testimonios recolectados allí y datos aportados por vecinos, la Policía montó un operativo de búsqueda y logró localizar al presunto autor del hecho en calle Aconcagua. El adolescente, identificado como T.S., de 13 años, se encontraba acompañado por su madre y, según fuentes policiales, habría admitido su participación en el crimen en presencia de ella.
Dado que el chico es inimputable por su edad, fue trasladado a la seccional 2ª y quedó a disposición de la doctora Mariana Caratozzolo, titular de la Fiscalía de Menores de Rosario. Por disposición judicial, fue derivado al Centro de Admisión y Derivación de Rosario, donde permanecerá bajo supervisión. También se dio intervención a la Dirección de Niñez.
Este crimen se suma a otro ocurrido tan solo tres días antes, también en Capitán Bermúdez, donde un adolescente de 16 años mató a su hermano de 21 tras una discusión en una vivienda de calle Yapeyú al 400. En ambos casos, los agresores eran menores de edad y las víctimas, familiares o conocidos. La coincidencia del apellido Arévalo en las dos investigaciones generó confusión inicial, aunque desde la Unidad Regional XVII confirmaron que no habría vínculo entre las víctimas de ambos hechos.