Joaquín Galán que tuvo mucha cautela al informar cómo sigue Lucía Galán de salud tras ser operada, cumplió 72 años y lo festejó con una celebración íntima, pero muy especial, en su casa, rodeado de familiares y amigos de toda la vida.
Sin embargo, lo que parecía una noche más entre brindis, música y anécdotas, terminó convirtiéndose en un momento cargado de emoción y lágrimas: su hermana apareció sorpresivamente luego de haber regresado de España, sin avisarle a nadie.
Lucía se encontraba en Europa acompañando a su hija Rocío, que reside en Madrid. Si bien Joaquín sabía que su hermana estaba de viaje, jamás imaginó que ella adelantaría su regreso para estar presente en su cumpleaños.
El reencuentro fue organizado en total secreto y con la ayuda clave de Manuela Bravo, una de las mejores amigas de Lucía y cómplice en la sorpresa. Cuando Lucía apareció en la puerta de la casa, Joaquín no pudo contener las lágrimas.
El cantante de Pimpinela quedó paralizado por la emoción, al igual que varios de los presentes, entre ellos figuras como Óscar Mediavilla y Patricia Sosa, quienes también se mostraron conmovidos por el reencuentro: “Fue un momento mágico, se le llenaron los ojos de lágrimas”, comentaron allegados al artista.
“Lucía se tomó un avión especialmente para llegar a tiempo al cumpleaños. Joaquín es una persona muy sensible, así que fue todo muy emotivo”. La fiesta siguió con brindis, canciones improvisadas y muchos recuerdos compartidos entre hermanos.
La dupla musical, que lleva más de 40 años unida arriba del escenario, demostró una vez más que su vínculo va mucho más allá de lo artístico. Lucía y Joaquín no solo han atravesado momentos de gloria juntos, sino también desafíos personales y profesionales que supieron enfrentar como equipo.