En la búsqueda de la primicia, rastrear datos y hacer una investigación, los periodistas se pueden encontrar con muchas situaciones que a veces no se blanquean, que hasta pueden llegar a ser controversiales y hasta peligrosas. Eso es lo que justamente vivió Amalia Guiñazú en los últimos días, como parte de un engaño donde quedó envuelto una famosa figura del espectáculo: L-Gante.
Todo se dio a conocer en Mujeres argentinas, el ciclo donde Amalia se desempeña como panelista. En un momento, mientras en el estudio hablaban del famoso ‘cuento del tío’ que se les hace a los abuelos y adultos mayores, la periodista interrumpió para contar una anécdota tan increíble como preocupante.
“Ayer me quiso estafar un tal Elián Valenzuela… Elián”, comenzó explicando Guiñazú ante la sorpresa de todo el piso. Tras hacer alusión al nombre de L-Gante, famoso con el que el estafador se hizo pasar, la periodista empezó a ver algunas cosas que no le cerraban de la persona del otro lado del teléfono que le escribía.
“Me citaba en el Faena. No es Elián, ya hablé con él, lo quiero aclarar porque le mandé un mensajito y le dije ‘Che,me parece que me están escribiendo desde una cuenta trucha’”, siguió explicando Amalia. Sin embargo, más allá de percatarse rápido del engaño, le siguió el juego al ladrón para ver hasta dónde iba todo.
EL INTENTO DE ESTAFA QUE SUFRIÓ AMALIA GUIÑAZÚ POR CULPA DE L-GANTE
“Me manda un mensajito por Instagram con un CBU muy extraño donde me dice ‘Hola, mirá, te escribo desde este perfil porque mi perfil no quiero que me lo stalkeen y que pase cualquier cosa. Tengo ganas de contarte un chimento pero solo a vos porque confío en vos como periodista’. Ya le avisé a Elián está avisado”, explicó la panelista sobre la estrategia que utilizaron contra ella.
Y Amalia siguió con detalles muy fuertes: “Me mandaba fotos de él, con la nena, de lo que estaba haciendo… tiene un armado terrible. Me decía ‘A mí me siguen los fotógrafos a todos lados, no puedo citarte en cualquier lugar’. Entonces yo le digo de ir a tomar un café a un lugar que está cerquita de mi casa. Pero me dice que no, ‘Vamos al hotel Faena porque Alan es amigo mío. Voy abonar una suite’”.
Entonces Guiñazú terminó de entender que todo se trataba de una trampa: “Imaginate, yo no voy a ir a una suite con él de ninguna manera, por más info que me quiera dar. Le dije de ir a otro lado. Entonces me dice ‘Mirá, tenés que depositarme 30 mil pesos para que el ayudante de Alan se entere porque yo con mis datos no lo puedo hacer y me va a saltar todo, se va a filtrar’. Ahí ya me di cuenta de lo que estaba pasando”.
Si bien la periodista se percató de todo y no cayó en el engaño, decidió contar lo que vivió y obviamente advertir al verdadero L-Gante de que estaban usando su nombre para intentar estafar a otras personas: “Daba datos muy certeros y con un lenguaje muy parecido al que habla Elián. era muy fácil entrar. Lo estoy contando porque ya le mandé todo al verdadero Elián, y cuidado los periodistas porque lo están utilizando a esto”.