Se cumplen 109 años del primer clásico entre Gimnasia y Estudiantes

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Todos los clásicos entre eternos rivales tienen una historia detrás y por lo tanto un inicio. Y fue allá en un 27 de agosto de 1916 cuando se escribió la primera página del clásico entre Gimnasia de La Plata y Estudiantes, que quedará para para la eternidad en los libros del fútbol argentino. Ese debut, cargado de rispideces acumuladas como será costumbre por siempre, terminó con una derrota dolorosa para el Pincha: un 1-0 con gol en contra de Ludovico Pastor que le dio la gloria inicial al Lobo.

¿Cómo nació la rivalidad?

Los triperos ya eran parte del territorio de La Plata desde 1887, pero una división interna entre sus socios dio origen al que sería su némesis durante los años de los años. En 1905, los terrenos del club fueron cedidos a la Universidad Nacional de La Plata y, mientras algunos optaron por seguir con las actividades sociales, otro grupo decidió fundar a Estudiantes.

Años más tarde, las casualidades de la vida hicieron de la suya. En 1915, varios jugadores que formaban parte del plantel Pincharrata, se fueron por problemas con la dirigencia y terminaron en el Club Independencia. Institución que luego se fusionó con Gimnasia y que como resultado, obtuvo el ascenso a Primera en su primer año.

La imagen del diario El Argentino del partido que Gimnasia le ganó 1 a 0 a River para ascender en 1915 a Primera División.

El primer clásico y su desenlace inesperado

Con el ambiente caliente y los apodos de Pincharratas y Triperos ya en boca de todos, se jugó el primer clásico en el viejo Estadio Uno, por el Campeonato de Primera División. Y no fue un detalle menor: de un lado estaban los ex Estudiantes Emilio Fernández, Américo Girotto, Diómedes Bernasconi y Ángel Bottaro, ahora con la camiseta del Lobo. Del otro, Edmundo Ferreiroa, que había ascendido con Gimnasia y luego pasó al Pincha.

En consecuencia a la vehemencia que se vivió en la caldera que era el estadio por la importancia del partido, un error definió el encuentro: Ludovico Pastor, defensor del Pincha, convirtió en contra a los 24 minutos del primer tiempo. Ese tanto solitario quedó marcado en la historia: el Lobo festejó la primera victoria en el clásico platense, aunque con el correr de los años el Pincha revertiría la historia y se quedaría con la mayoría de los triunfos.

Historia viva de los clásicos.

En pleno período amateur del fútbol argentino, más allá de aquella derrota inicial de 1916, Estudiantes mantuvo un largo invicto frente a Gimnasia: pasaron 15 años hasta que volvió a caer en los 90 minutos reglamentarios, recién en 1931. Es que los triunfos del Lobo en 1924 (Copa de Competencia) y en 1929 (torneo de Primera) no se dieron en la cancha, sino que fueron otorgados por la AFA, luego de que el Pincha licenciara a su plantel superior y no se presentara a disputar esos partidos.

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