El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció este martes que el Gobierno venderá dólares dentro de la banda cambiaria, decisión que consolida un giro en la estrategia del oficialismo cuyo objetivo ahora es apuntalar una mayor certidumbre en el movimiento de la divisa en vísperas de las elecciones legislativas bonaerenses del domingo próximo. En diálogo con el equipo periodístico del programa «QR!», el economista Orlando Ferreres trazó un panorama crítico sobre el rumbo económico de la Argentina y los desafíos que se avecinan incluso después de las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
La decisión del Gobierno plantea interrogantes sobre el nivel de reservas, la capacidad de pago de la deuda y el futuro inmediato del plan económico. Según la visión de Ferreres, después de las elecciones habrá un reajuste orientado a las presidenciales de 2027, con una inevitable devaluación en el horizonte. El periodista Hernán Letcher la estimó en alrededor de un 15%.
“Creo que Javier Milei va a jugarse a la reelección, pero necesitará recurrir al mercado si busca tener éxito”, señaló. En ese marco, proyectó que la inflación podría ubicarse en torno al 10% anual en 2026, aunque no descartó un escenario más pesimista, donde podría alcanzar niveles superiores al 20%.
En relación con la actividad económica, Ferreres advirtió sobre la existencia de un estancamiento. Las proyecciones de crecimiento del PBI se fueron ajustando a la baja: del 5,5% inicial a 4,3%, con registros negativos en junio y julio. “Tenemos una actividad prácticamente parada. Frente a diciembre solo vemos un 0,3% de crecimiento, es decir, estancamiento”, explicó en el programa que se emite por Bravo TV de lunes a viernes a las 22.
De la «recuperación en V» al estancamiento: la economía se resintió por las altas tasas y el consumo no repunta
El economista también cuestionó la visión oficial que habla de crecimiento, al sostener que los datos no lo respaldan. En cuanto a los salarios, consideró que no habrá recortes, pero sí la necesidad de un programa macroeconómico que incluya aumentos para que los sectores más golpeados no continúen perdiendo.
Respecto de los sectores productivos, Ferreres planteó un escenario dispar: la industria enfrenta costos al alza, demanda limitada y un freno en la industria automotriz, mientras que el agro muestra una tendencia negativa. “El impacto del plan en la industria no es bueno. Las empresas están estancadas y la demanda sigue débil”, remarcó.
Finalmente, señaló que las elecciones del 26 de octubre serán clave, ya que el presidente Javier Milei necesitará un Congreso más alineado al oficialismo que eventualmente le permita avanzar con su estrategia económica y política.
BR / FPT