El cirujano argentino que cambió las reglas del juego en la cirugía mamaria mundial

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En un contexto donde Argentina registra una importante actividad en cirugía plástica —con más de 59.000 procedimientos mamarios realizados anualmente según el último informe de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS)—, un médico porteño está revolucionando la forma en que se entiende la recuperación postoperatoria.

Juan Manuel Seren (MN 107.174), cirujano plástico especializado en cirugía mamaria, desarrolló un protocolo que desafía todo lo que se creía posible: que las pacientes puedan retomar su vida normal apenas 24 horas después de una cirugía de aumento mamario, sin dolor significativo, drenajes ni vendajes compresivos.

Su protocolo ERABAS (Enhanced Recovery After Breast Augmentation Surgery) no solo está cambiando la experiencia de miles de mujeres argentinas, sino que también está captando la atención de especialistas de todo el mundo tras su publicación en la prestigiosa revista internacional Aesthetic Plastic Surgery.

«Mi principal desafío fue demostrar la veracidad, es decir, validar científicamente el método. Hoy, la rápida recuperación es ciencia y no ficción», explica Seren.

La ciencia lo respalda: un estudio retrospectivo de más de 10 años que involucró a 2.906 pacientes demostró que el 95,32% logró una recuperación funcional completa en las primeras 24 horas. Para validar estos resultados, Seren y su equipo realizaron un exhaustivo análisis bioestadístico con dos modelos de regresión logística binaria, evaluando tanto el tiempo de recuperación como el dolor postquirúrgico. Los resultados se publicaron en la prestigiosa revista internacional Aesthetic Plastic Surgery.

«Con este protocolo no hay drenajes, no hay prendas compresivas, hay movilidad inmediata luego de la cirugía. Incluso, se puede conducir un vehículo entre las primeras 24 a 48 horas», detalla el especialista. Las pacientes pueden ducharse, usar corpiños normales y mantener plena movilidad de brazos desde el primer día. Una técnica que trasciende fronteras.

El protocolo ERABAS incorpora diez principios fundamentales que van desde la anestesia intravenosa total con fármacos de corta duración hasta la eliminación completa de opioides en el postoperatorio. Pero quizás uno de los aspectos más innovadores es la nueva secuencia de disección que Seren describió a nivel mundial.

«Hemos desarrollado una secuencia que permite realizar cirugías de aumento mamario sin sangrado intraoperatorio. Al hacer un bolsillo exangüe, reducimos significativamente el tiempo quirúrgico, permitiendo que un aumento mamario se complete en menos de 40 minutos», explica el cirujano.

Esta técnica, que identifica y controla específicamente tres vasos arteriales (AICAP, MICAP y LICAP), permite realizar cirugías mamarias exangües, lo que acelera dramáticamente la recuperación.

Graduado con honores en la Universidad de Ciencias Médicas de Buenos Aires y especializado en cirugía plástica en la Pontificia Universidad Católica Argentina con promedio 10, Seren no deja nada al azar. Su análisis estadístico identificó el perfil exacto de las pacientes que pueden beneficiarse al máximo del protocolo.

«Aquellas pacientes sometidas a un aumento mamario con un bolsillo subfascial, que tengan menos de 35 años, que reciban implantes mamarios menores a 350 cm cúbicos y que no fumen, tienen un 98,9% de recuperación en las primeras 12 horas», precisa. Esto significa que una mujer joven y sana con estas características puede retomar sus actividades laborales y domésticas la misma tarde de la intervención, con una única restricción: evitar actividades físicas que generen taquicardia.

El protocolo de Juan Manuel Seren permite realizar un aumento mamario en menos de 40 minutos.

Desmitificar la cirugía mamaria

En un país donde la cirugía mamaria tiene una presencia significativa en el panorama de procedimientos estéticos —Argentina registra importantes volúmenes, según ISAPS—, Seren considera importante educar a las pacientes sobre los mitos que rodean a estas intervenciones.

«Un mito muy común es que ‘me opero y la cirugía mamaria es para toda la vida’. No es así. La cirugía de prótesis mamarias representa una etapa en la vida de la mujer, no un resultado definitivo», aclara. Los cambios hormonales, de peso, embarazos y el paso del tiempo influyen en la apariencia mamaria, por lo que considera más preciso pensar en la cirugía «como una fotografía instantánea, en lugar de una película completa».

Otro mito persistente es la obligatoriedad de cambiar los implantes cada 10 años. «Esta noción es incorrecta. El recambio de prótesis se determina por las necesidades individuales de la paciente y el estado del implante», enfatiza.

Los avances científicos permitieron la creación de implantes mucho más livianos y funcionales. Un ejemplo de estos avances es el uso de un gel que pesa hasta un 30% menos que el de los modelos anteriores. Esta innovación reduce el efecto de la gravedad del implante en los tejidos mamarios.

«Los procedimientos quirúrgicos de mamas evolucionaron y varían según las necesidades de cada persona. Entre los más comunes se encuentran el aumento mamario, la reducción mamaria, la reconstrucción mamaria para aquellas pacientes oncológicas que atravesaron una mastectomía, y la mastopexia, que levanta las mamas caídas. Además, la cirugía transgénero permite a los pacientes hacer la transición física hacia su género autoafirmado», detalla Seren.

Un referente global desde Buenos Aires

Con más de 20 años de experiencia, Seren se inspiró en el concepto de Fast Track Surgery desarrollado por el médico danés Henrik Kehlet en 1997, pero lo adaptó específicamente para la cirugía mamaria. Su compromiso con la investigación y la validación científica lo llevó a compartir sus hallazgos con la comunidad médica internacional.

«Cualquier cirujano plástico certificado y capacitado puede lograr una recuperación rápida, sencilla y reproducible, priorizando la seguridad y el bienestar del paciente», asegura, destacando, que su objetivo trasciende el éxito individual para convertirse en un estándar de atención global.

En un contexto donde la cirugía plástica argentina cuenta con profesionales reconocidos internacionalmente —formados en instituciones de excelencia y con técnicas de vanguardia—, el protocolo ERABAS de Seren se posiciona como un nuevo hito que coloca una vez más a la medicina argentina en el mapa mundial de la innovación.

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