Federico D’Elia recibe la ovación del público al bajar el telón de El jefe del jefe cada noche que lo tiene al frente de sus funciones en la calle Corrientes. Pero mientras disfruta de todo ese aplauso, su hijo mayor, Teo, viene escribiendo su propio capítulo en la historia familiar, demostrando que en la familia la pasión por la actuación es, literalmente, hereditaria.
Con 25 años y una impronta fresca, Teo D’Elia -fruto de la relación de Federico y Deborah Cosovschi– eligió el camino de la actuación sin escudarse en el apellido. Y es que, cuando muchos pueden jugar esa carta fácil, el joven decidió hacerse desde otro lugar, lo cual es admirable.
A diferencia de su papá, lo de Teo en cambio va por otros rumbos: forma parte del streaming 412, hace Planazo en Instagram con pequeñas ficciones, trabajó en Mejores enemigas para Disney y fue parte de Familia de diván, junto a Boy Olmi y Carola Reyna, ficción que terminó ganando el Martín Fierro a mejor del año.
Tras el premio, Teo no ocultó su gratitud y escribió en redes: «Lo único que me sale hacer es agradecer. Gracias por darme la confianza de estar, gracias a todo el elenco, director, cámaras, técnicos, maquilladores, arte, vestuario, producción, absolutamente a todos por hacer de esta serie una mini-familia de 3 meses, y por sobre todas las cosas, ser siempre un lugar hermoso para estar”.
LA TRANSFORMACIÓN DE TEO, EL HIJO ACTOR Y STREAMER DE FEDERICO D’ELÍA
Y agregó: “El premio es solo una consecuencia de eso, todo el amor que hubo detrás de cámaras espero que se haya creo que se pudo ver reflejado en la pantalla. Hermoso haber sido parte, y hermoso premio para todos los que lo fueron». El hijo de Federico parece haber heredado no solo su talento, sino también su humildad y sus valores.
En lo personal, Teo comparte una gran amistad con Mora Peretti, hija de Diego Peretti, íntimo amigo de su padre. «Teo es uno de mis mejores amigos. Compartimos las frustraciones, las alegrías y las cábalas», reveló ella en su momento, confesando que suelen aconsejarse mutuamente sobre la profesión.
Su relación con Federico siempre fue cercana, aunque en su infancia tuvieron una “grieta” futbolera. El dilema: ser de Estudiantes, como papá, o de Gimnasia, como su abuelo materno. La pulseada la ganó el Pincha, y esa pasión lo llevó a vivir situaciones insólitas, como la que contó en Olé: «Todos los años, la cuenta Encuestas de Fútbol arma un mundial de tuiteros y yo desde que tenía 1.500 seguidores le rompía las pelotas para estar, aunque perdiera en primera ronda…».
Entre votaciones virales, bromas en redes y proyectos actorales premiados, Teo se afianza como la nueva cara de una dinastía que promete seguir brillando en el teatro, la televisión y hasta en el streaming.