El Día del Canillita se celebra en la Argentina el 7 de noviembre de cada año. La fecha reconoce a los a quienes históricamente han ofrecido el diario por las calles de cualquier ciudad del país -desde horas muy tempranas- y a los trabajadores de kioscos de diarios y revistas, recordándose también a Florencio Sánchez, el dramaturgo uruguayo responsable del término por su utilización en una obra de teatro.
El Día del Canillita comenzó a celebrarse en el país en 1947. Sin embargo, la historia de los trabajadores se remonta a casi 200 años antes. Fue en 1868 cuando el diario La República decidió poner en práctica algo que sus directivos habían visto en Nueva York: niños y jóvenes que vendían los periódicos en la vía pública.
Con el paso de los años fueron surgiendo los distintos kioscos y puestos dedicados a la venta de diarios y revistas. Pero no fue hasta comienzos del siglo XX que los trabajadores recibieron el nombre de “canillitas”.
Por un sainete
Florencio Sánchez llegó a la Argentina a principios del siglo XX desde Uruguay, de donde huyó por el acoso que sufría por sus ideales anarquistas. En el país continuó ejerciendo el periodismo y también se dedicó a otra de sus grandes facetas: la dramaturgia. En 1903 estrenó M’hijo el dotor, que fue un enorme éxito tanto de público como de crítica. Esto le dio popularidad al autor, que en el mismo año presentó el sainete Canillita.
El protagonista era un niño muy pobre que vendía diarios para ayudar a su familia. Tenía las piernas muy flacas y largas y usaba un pantalón que no le llegaba a los tobillos y que hacía que las mismas sean más llamativas.
Valiéndose del lunfardo, Sánchez apodó al niño como “canillita” porque esos pantalones que no llegaban a ser largos totalmente, y dejaban observar la tibia y el peroné de los vendedores, lo que se conocía como “canilla”.
La trascendencia de la obra llevó a que los jóvenes que vendían periódicos recibieran el mismo nombre y con el correr de los años, todos los trabajadores del rubro pasaron a ser reconocidos de la misma forma.
Florencio Sánchez falleció de tuberculosis en Milán, Italia, el 7 de noviembre de 1910. Tenía solo 35 años. Por el impacto que tuvo en la cultura, se eligió la fecha de su muerte para celebrar el Día del Canillita.
A partir de 1947, el Día del Canillita fue reconocido como una jornada de descanso para cada uno de los empleados del ámbito. Como estos no trabajaban, los diarios no se imprimían debido a que no había quien los distribuyese.
A mediados de la década del 90, algunos medios comenzaron a imprimir sus diarios en el día y la posibilidad de descansar quedó a criterio de cada canillita.
Finalmente, en 2007 se impulsó una ley para volver a oficializar el día de descanso. Este se mantiene en la actualidad y es la razón por la cual el 7 de noviembre los diarios no cuentan con su edición impresa.