Según las autoridades provinciales, los incrementos aplicados en el Impuesto Inmobiliario se ajustaron acorde a lo aprobado en el Presupuesto 2025, con un límite máximo basado en el incremento de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), cuyo valor a octubre de 2024 había alcanzado un 172,5%.
Lucrecia López, titular de Rentas, explicó que el ajuste se realizó bajo el principio de «equidad tributaria», y destacó que en la gran mayoría de los casos, los aumentos no superaron el 170% del Ripte. En detalle, el Ripte había registrado un aumento del 185,5% en septiembre de 2024, bajando a 172,5% en octubre y 163,7% en noviembre del mismo año. El cálculo del nuevo impuesto se establece a partir de este índice, pero con un tope para evitar incrementos desproporcionados.
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Según informó, solo el 1% de los contribuyentes experimentó un incremento superior a ese valor debido a situaciones particulares relacionadas con la actualización de los valores fiscales de ciertos inmuebles. Estos aumentos específicos habrían sido informados de forma anticipada a los propietarios afectados.
Cálculo del Impuesto Inmobiliario Urbano 2025
El cálculo del Impuesto Inmobiliario Urbano se realiza multiplicando el valor de la base imponible del inmueble por la alícuota correspondiente, con un monto anual mínimo de $22.500 para los inmuebles edificados y de $20.000 para los baldíos. Para los inmuebles edificados de hasta $1.397.000 de base imponible, se aplica una alícuota del 0,17%. Para aquellos con una base imponible entre $1.397.000 y $2.243.000, se aplica un monto fijo de $2.374 más un 0,25% sobre el excedente de $1.397.000.
Este sistema de alícuotas continúa con un escalonamiento que llega hasta el 0,85% para inmuebles con una base imponible superior a los $60 millones. De esta forma, las propiedades más valiosas son las que experimentan los mayores aumentos. En términos numéricos, si el cálculo del impuesto diera un aumento superior al 170% respecto al pago correspondiente en 2025, el ajuste quedaría limitado a ese porcentaje. Es decir, en caso de un incremento calculado del 200%, el máximo aumento posible sería de 170%, en línea con la variación del Ripte.
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En cuanto al Impuesto Inmobiliario Rural, la Provincia mantuvo las segmentaciones por tamaño de los lotes, similar a años anteriores. Sin embargo, las cuotas mensuales también se ajustarán en función del índice de precios mayorista de productos agropecuarios (Ipim), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esto implica que los contribuyentes rurales verán reflejados en sus pagos los aumentos relacionados con la variación de los precios en el sector agropecuario.
El cálculo del impuesto también puede verse modificado por mejoras realizadas en los inmuebles. En estos casos, el valor de la propiedad se ajusta en función de las modificaciones declaradas o verificadas por Catastro. Las mejoras que pueden afectar la base imponible incluyen la incorporación de metros cuadrados edificados, la adición de estructuras como galpones, quinchos o cocheras, o la construcción de mejoras descubiertas, como piletas o canchas. Además, cambios en la superficie del inmueble, como pasar de urbano a rural o viceversa, también pueden generar una modificación en el valor fiscal y, por ende, en el monto del impuesto a pagar.
Expectativas para la Recaudación
Desde la Dirección General de Rentas, se espera que el ajuste del Impuesto Inmobiliario contribuya a mejorar la recaudación provincial durante 2025. Desde la provincia confían en que los incrementos moderados, alineados con el Ripte, permitirán una mayor equidad tributaria y evitarán una presión fiscal excesiva sobre los contribuyentes. Sin embargo, la implementación de ajustes específicos para inmuebles de alto valor y la actualización de las bases imponibles podrían generar una mayor recaudación en los segmentos más altos del padrón.
Por otro lado, el Impuesto a los Automotores también sufrirá ajustes este año. Tal como ocurrió en 2024, el tributo se actualizará de acuerdo con las valuaciones de los vehículos publicadas por la Dirección Nacional de Registro de Propiedad Automotor. A diferencia de los inmuebles, no se aplicará un tope a los incrementos, lo que podría resultar en fuertes subas debido al ajuste en los valores de los vehículos.
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Además del impuesto básico, se mantiene el cobro de dos fondos específicos que fueron establecidos en 2024 por la administración de Martín Llaryora: el Fondo de Seguridad Ciudadana y de Mejoramiento de los Servicios Públicos y Sociales, que representa el 4% del impuesto, y el Fondo Provincial de Inclusión Social de Personas con Discapacidad, que representa el 2% del impuesto. Estos fondos continúan en vigencia para 2025, y su recaudación está destinada a financiar programas de seguridad y servicios públicos, así como proyectos de inclusión social.
La actualización del Impuesto Inmobiliario para 2025 en Córdoba se enmarca en un proceso de ajuste que toma en cuenta la evolución de los salarios a través del Ripte, con un tope en los aumentos y un sistema de cálculo progresivo para los inmuebles de mayor valor. Para más detalles sobre los valores y las alícuotas aplicables, los contribuyentes pueden consultar la página oficial de Rentas de Córdoba.